En el contexto actual de Emergencia Climática, es fundamental recordar que el transporte es el principal responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero y una de las mayores fuentes de contaminación del aire.
Adoptar hábitos de movilidad sostenible, como el uso de transporte público, vehículos eléctricos o medios no motorizados, no solo ayuda a reducir estas emisiones, sino que es una responsabilidad compartida para frenar el calentamiento global.
Participar activamente en un consumo responsable de transporte es clave para proteger el medio ambiente y mejorar la calidad de vida